Hace tiempo que desde Adaralia, hemos tratado de dar una voz de alarma a los consumidores, intentando difundir los peligros de ciertas sustancias químicas que se encuentran en gran parte de nuestros productos de higiene e informando del efecto perjudicial a largo plazo que pueden ocasionar, no sólo como potentes irritantes y alérgenos, sino también como disruptores endocrinos y precancerígenos.

El problema es que siempre os hablamos de evitar determinados ingredientes, pero a la hora de comprar, descifrar el etiquetado de los productos se convierte en una ardua tarea, siendo difícil reconocer todas esas sustancias nocivas. Así que hemos redactado este post para que tengáis una pequeña ayuda para leer el listado de ingredientes.

Una pequeña ayuda para leer el listado de ingredientes

El INCI o Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos, es un código internacional en el que los ingredientes se encuentran ordenados de mayor a menor concentración, los primeros ingredientes son los que se encuentran en mayor cantidad y los últimos en menor cuantía. (A partir de concentraciones menores o iguales a un 1%, seguir ese orden ya no es obligatorio).

La base de la formulación (agua y aceites minerales en el caso de la cosmética convencional, y agua y aceites vegetales en la cosmética natural) y el principio activo, son los elementos más importantes del listado, encontrándose en los primeros lugares del mismo. A continuación suelen aparecer los excipientes (sustancias que se usan para conseguir una determinada textura) y por último los aditivos (conservantes, colorantes y perfumes).

Una pequeña ayuda para leer el listado de ingredientes

Después de esta pequeña introducción, os vamos a proponer unas pautas sencillas para facilitar en la medida de lo posible el engorroso proceso de leer el listado de ingredientes y poder disfrutar así de una cosmética saludable:

• Los ingredientes activos naturales se suelen poner con su nombre en latín, así que es buena señal encontrar muchos ingredientes con su nombre botánico.

• Generalmente, cuanto más corta es la lista, más natural es el producto.

• Debemos desechar aquellos productos que entre sus primeros ingredientes lleven perfumes o derivados del petróleo como las parafinas (paraffinum liquidum) o siliconas.

Una pequeña ayuda para leer el listado de ingredientes

• No dejarnos camelar por la publicidad engañosa de muchas marcas que destacan en letras grandes, un determinado ingrediente natural, como por ejemplo el Aloe Vera. Debemos buscar en qué posición se encuentra ese ingrediente en el listado, ya que en muchas ocasiones veremos que se encuentra al final, por lo que está en una cantidad ínfima.

• A pesar de que determinados ingredientes encuentren al final del listado, no debemos subestimar su toxicidad. Es el caso de parabenes, ftalatos…

• En este enlace os dejamos un listado de aquellos ingredientes nocivos que debemos evitar en cosmética, para que podáis echarle un vistazo y familiarizaros con los nombres.

Y por último si estáis a punto de desesperar y volveros loc@s con el listado, recurrid a buscar el sello de cosmética natural y ecológica certificada. Siempre que lo veáis es una garantía de calidad, que aporta tranquilidad al consumidor. Con este consejo práctico, ya sé que nos dejamos unas cuantas marcas de cosmética ecológica no certificada que son de gran calidad, ya que certificar es costoso, pero es un último paso al que aferrarnos antes de enloquecer. Estos son algunos de los sellos más conocidos y estrictos:

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¿Te hemos ayudado a seleccionar la mejor cosmética natural?

 

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