Los rituales de belleza orientales siempre han estado muy por delante de los que practicamos en occidente, y las mujeres japonesas presumen de un cutis envidiable no sólo por cuestiones genéticas, sino porque dedican un completo ritual al cuidado de su piel que deberíamos adaptar a nuestras rutinas de belleza.
Sin duda, el secreto mejor guardado es la doble limpieza facial que realizan. Saben perfectamente que la clave es una limpieza perfecta antes del tratamiento y por ello lo realizan diariamente como si fuera un ritual de relajación para ellas mismas. Este ritual completo se llama Saho y está inspirado en la ceremonia japonesa del té.
La doble limpieza facial
¿En qué consiste esta doble limpieza? Pues en utilizar 2 productos distintos para limpiar la piel de los 2 tipos de impurezas que adquirimos a lo largo del día: las impurezas grasas como por ejemplo el maquillaje, sebo, crema solar, etc; y las impurezas acuosas como son el polvo, la contaminación y la transpiración. Para eliminar correctamente ambos tipos de impurezas debemos seguir dos pasos:
1. Limpiar la piel con un producto en aceite u oleoso masajeando bien el rostro para eliminar las impurezas grasas. Este producto puede ser una leche limpiadora o un aceite en sí. Las pieles grasas también pueden utilizar este sistema sin problemas, es más, les ayudará a controlar imperfecciones. Si un día se va muy maquillada, también se puede usar previamente un desmaquillante de ojos y labios específico para esa zona.
– Leche facial limpiadora de Dr. Hauschka
– Aceite de almendras de Weleda
– Aceite de coco (Para ver post aceite de coco hacer click aquí)
2. Limpiar la piel con un producto de textura jabonosa para retirar las impurezas acuosas y finalmente retiramos con agua. Por ejemplo podríamos usar un gel o una mousse de limpieza adecuado a nuestro tipo de piel.
– Mousse limpiador espumoso de Natura Siberica
– Jabón de Alepo líquido
Tras este paso nuestra piel estará impoluta y lista para absorber mejor el tratamiento que apliquemos: tónico, sérum, contorno de ojos y crema hidratante o de tratamiento.
Puede parecer tedioso pero os garantizamos que sus beneficios son visibles y notables. Además, no cuesta nada dedicarle unos minutos antes de dormir a cuidarnos la piel, en el futuro la notaremos más suave y luminosa, manteniendo las imperfecciones a raya.
Por las mañanas, sería suficiente con retirar los restos del tratamiento nocturno con un agua micelar que además de limpiar y tonificar, aporta el extracto de argán y ácido hialurónico.
Si te animas a probarlo verás porqué es el mejor secreto de belleza de las mejores pieles… ¡no exageramos!
¿Conocías el sistema de la doble limpieza? ¿Te animas a realizarlo?
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